María Caballero: "El ser humano sigue interesado por el tema de Dios"



Hay quien dice que Dios ha desaparecido de nuestra literatura porque lo ha hecho en gran medida de nuestro mundo postmoderno… No es exactamente así: más bien quedaron atrás los Siglos de Oro imbuidos de mística, o los existencialismos con la rebeldía  y / o la búsqueda desgarrada de un Bernanos, Unamuno o los citados Waugh y Mauriac…  Pero el ser humano, más despistado que nunca en un mundo al que podría aplicársele la metáfora de la noche oscura del pequeño carmelita, sigue interesado por esos temas… ¿Ejemplos? Bestseller narrativos como Blanca como la nieve, roja como la sangre (2010, de Alessandro d´Avenia, llevada al cine en 2013; o El despertar de la señorita Prim (2013), de Natalia Sanmartin Fenollera,  demuestran que se puede hacer una literatura asequible y de calidad, reescribiendo La vita nuova de Dante, en el primer caso, o Newman y unos cuantos clásicos, en el segundo. Y todo ello sin buenismos, manteniendo el slogan “a la ética por la estética”.

De hecho, un rastreo puntual y no exhaustivo dejaría algunos títulos interesantes: El Evangelio según el hijo, de Norman Mailer, en la que Cristo narra su aventura con fidelidad evangélica aunque con óptica muy humana, llena de dudas y humor; El Evangelio según van Hutten (1999), del argentino Abelardo Castillo, thriller sobre los orígenes esenios de las primeras comunidades cristianas, según él, escondidos por la Iglesia; La puerta de la misericordia (2002), del uruguayo Tomás de Mattos, una excelente visión del mundo cotidiano de los seguidores de Jesús, escrita con garra y fidelidad bíblica; La vida después de Dios (1997, Ediciones B), de Douglas Coupland, conjunto de reflexiones, relatos o entradas de diario del protagonista. O La carretera (2006), una novela ganadora de un Pulitzer y escrita por el norteamericano Cormac McCarthy, visión apocalíptica y postmoderna de un padre y un hijo, caminantes hacia una dudosa salvación tras una debacle nuclear, cuestionándose todo. Como telón de fondo, la ausencia de Dios, la nostalgia del paraíso perdido… 

Desde otro ángulo y otro formato, el mismo McCarthy profundiza en el tema de Dios en El Sunset limited (2013, Mondadori), una batalla dialéctica sobre la condición humana entre un negro desharrapado y aun así creyente, y un profesor universitario triunfador, blanco aunque desesperanzado. Y conectando con el hoy/ ahora podría citar Omega 666. El planeta gris (1996), del argentino Juan Luis Gallardo que voy a presentar a las siete y media en la Fundación Madariaga. Una distopía en la que se aceleran las disfunciones de nuestro mundo (contracepción, aborto, increencia…) hasta el punto de necesitar un nuevo comienzo, similar al de las primeras comunidades cristianas. Diría “no se lo pierdan”, si no fuera porque Sánchez Adalid viene a continuación y, a fe que merece la pena. Pero léanlo, porque es apasionante. Como lo es la novela El don de la fiebre (2018), del español Mario Cuenca Sandoval publicada recientemente por Planeta… Y no sigo con la relación porque empieza a parecer un mar sin orillas.